martes, 22 de junio de 2010

Lo Grande de las pequeñas cosas





" Un segundo de felicidad vale más que una hora de sufrimiento ".





Hacer feliz a una persona es algo que cuesta muy poco pero no solemos hacer. Pequeños gestos se pueden convertir en algo muy significativo.


Un beso al despertar; un "te quiero" sin venir a cuento; una mirada furtiva, cómplice y descarada; un beso en la mejilla. Todo eso que te hace sentir como si fuese el primer día con tu pareja.



La sonrisa inocente de tu hijo, el intenso achuchón seguido del "que guapo es mi papi"; unas buenas noches tras un beso; esa cara de felicidad cuando le das ese obsequio que le has comprado en un Todo a Cien y sabes que le va a durar diez minutos. Un dibujo hecho con tanta ilusión y que no logras ver lo que claramente te explica. Una poesía.

El hombro de tu amigo siempre dispuesto a soportar tu llanto; un abrazo con sentimiento; una llamada el día de tu cumpleaños; un "si tu no vas yo tampoco"; un reconocimiento, un simple gracias, un secreto compartido. Ese souvenir, comprado en Laponia, por ejemplo, feo como el sólo pero que dice "Me acorde de ti ...". Una dedicatoria.

Un "no te preocupes, no estas sólo"; un "tranquilo estoy a tu lado"; un "cuenta conmigo"; un día de reunión con tu gente; una cerveza bien fría, con la tapita que te gusta. Una tarde de risas, carcajadas por tus chistes fáciles. Un gesto desinteresado.

El afecto de unos padres, tu comida favorita, el amor puesto en todo lo que hacen, esa mano que siempre está para levantarte cuando te caes, unos ojos brillosos llenos de orgullo; el siempre "si" y el nunca "no". Un "este es mi hijo".


Todo esto son pequeñeces, cosas ínfimas pero es lo que hace grande a las pequeñas cosas.

4 comentarios:

  1. Bien, tío, muy bien.

    Me sorprenden algunos de tus post.

    Hayt

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  2. Asi son las cosas, cuanto más insignificantes parecen, más importantes son para hacernos más humanos y mejores personas.
    Un gran ejemplo de todo ello es tu tablón, un pequeño rinconcillo dentro de un universo internauta, donde solo unos privilegiados tenemos la suerte de conocer y de disfrutar gracias a tus escritos, llenos de verdad, de sencillez, de humildad y sobre todo de calidad humana.
    Que grande eres , aunque pienses que a veces eres muy pequeño.
    Un abrazo enorme de tu fiel seguidor.

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  3. Como siempre, sois mis grandes seguidores y, como no, soy unos de "esas pequeñas cosa".

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  4. Cuanta verdad hay en tu entrada y que fácil resulta todo al leerlo.
    Doy gracias por poder sentir muchas de las pequeñeces que nombras y que efectivamente me hacen inmensamente felíz, esas pequeñeces logran de mi una sonrisa que dura unos segundos pero que te llena el corazón y te lo renueva al cien por cien.
    Querido marsyas, estoy totalmente de acuerdo contigo, si que tiene una excelente calidad humana aunque piense a veces que es algo pequeñito. Cada semana lo demuestra en este blog.

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