viernes, 23 de abril de 2010

El deporte nacional



El titulo de esta entrada puede sugerir muchas cosas: fútbol, cacería, pesca ... Pues no, señoras y señores, estamos equivocados. El deporte nacional por antonomasia es hablar de tu suegra.
Pero claro, el 99,00% de las veces es siempre
los mismo: Que bruja es mi suegra, vaya hueso de tía, me va ha costar el divorcio, cuando llega me voy. Joder, hay cada caso por ahí.

Tranquilos, seguid leyendo. Esta entrada no es la típica contra la suegra. Yo entro en el 1% como mucha otra gente, por supuesto.


Mi suegra, por suerte, en una excelente persona. Algunos diréis que soy un pelota pero esto no es peloteo. Esto es la forma de mostrarle mi agradecimiento por ser como es. Una perfecta madre, una grandiosa abuela y, como no, la perfecta suegra.
Desde el primer día me abrió su casa y su corazón. Me trató como a unos más de sus hijos. Nunca ha habido un reproche, una mala cara, nada de nada, y mira que la pobre ha tenido motivos, siempre está en su sitio.
Ya con el tiempo se ha creado un vinculo que muchos quisieran. Tenemos nuestras bromas, nuestras conversaciones y nuestros cotilleos. Cuando vamos a comer, que es muy, muy a menudo, los primero que hago en coger mi cervecita, una tapita y, si es viernes, discutir (sanamente) con ella para que deje de hacer lentejas aunque luego me siente y me las coma como siempre. Es el ritual de los viernes, excepto el Viernes Santo. Este prepara, principalmente para ella y para mí porque a los demás no les hace mucha gracia, un magnifico Bacalao frito.
La verdad es que en su casa estoy como en la mía, bueno, quizás mejor (no se lo digáis pero en la suya hago menos que en la mía).




Tanto elogio no es bueno, también tiene sus defectillos.
Una suegra que vive cerca de su hija es temible, tiene que verla todos y cada uno de los días de su vida, sin faltar tan siquiera los días que te vas de vacaciones ( se viene contigo). Y a mí lo que más me molesta de mi suegra es todo lo contrario.
Muchas veces me pongo a pensar si es que tuvo alguna vez un conflicto con el porterillo automático; quizás crea que vivo en el piso treinta y no tengo ascensor o, tal vez, no sepa que las sillas, sofás y sillones son un mobiliario de uso diario y para todo el mundo. De hecho puse en una silla, una vez que vino y se sentó, un cartel que dice: " A la mejor silla, la que consiguió una vez sostener sus posaderas". Sinceramente, no se prodiga mucho la mujer en mi casa.
Pero cuando va... hay cuando va, gasta una barbaridad. Llevo bastante preparando esta entrada y desde el primer día iba recordando y anotando sus gastos y sólo he conseguido escribir: " un verano me pidió hielo para el agua ". Tiene más defectos que los podía describir aquí, pero son del mismo estilo.


Por todo esto, cuando sale el deporte nacional, la conversación de la suegra en una reunión de amigos, me siento como si estuviera almorzando en la Ruta del Veleta, rodeado de Notarios y hablando de Golf; raro, raro, sin conversación.




Suegra, no te enfades por lo siguiente pero creo que es un bonito homenaje a todas esas personas de tu gremio.




jueves, 22 de abril de 2010

Aquellos Maravillosos Años

Todos hemos sido niños y todos tenemos gratos recuerdos. Cosas que hicimos, lugares que visitemos, aquellas vacaciones ...
Yo, por suerte, tengo infinidad de esos gratos recuerdos, pero los mejores siempre me han llevado al mismo sitio, mis primos. Menuda panda.

Siempre hemos estado juntos y si no, nos las ingeniábamos para estarlo con mil escusas.
El primero de mis recuerdos fué en la playa. Tengo esa imagen grabada a fuego. Todos los primos durmiendo en un camión, de esos isotermados, y claro, como era un renacuajo, veía el camión enorme. Todos gritábamos porque había entrado algún bicho creo recordar. Ha este recuerdo le tengo un especial cariño porque tendríamos unos cuatro años y me acuerdo solamente de ese momento.
También están los recuerdos de aquellos días en el rio. Uno de ellos, sentados en un tronco caído, compusimos una canción. Todavía la recordamos a veces y seguimos riéndonos como el primer día. Menuda postal, la barbacoa echan un humo de la leche, las cervezas, melones, sandía y demás alimentos metidos dentro del rio para estar a punto de nieve . Esas cosas que se hacían antes y hoy en día es imposible porque, tengo entendido, ya ni siquiera te dejan pasar con el coche. Cargar con esas neveras andando, los niños chillando, la abuela coja..., mejor dejarlo.
Hubo un tiempo que vivíamos en una casita de dos plantas junto a la casa de mi abuela. Cuando nos juntábamos allí los primos y nos quedábamos solos siempre hacíamos lo mismo. Saltábamos por el tejado (que cabezas teníamos) desde mi habitación a otra habitación pequeña que había contigua y estaba cerrada con llave. ¿Por qué?. Nosotros sabemos por qué y aún mantenemos el motivo en secreto.

No sé exactamente la frecuencia de nuestras reuniones pero yo las recuerdo, a día de hoy, casi diarias. Eramos muy pesados. Siempre teníamos algo que hacer.

Montábamos unas "timbas" impresionantes. Según la casa del anfitrión se organizaba la timba de Palé, Monopoly, Ruta del Tesoro o Poker Banca (claro, con las pelas del Monopoly). No os miento cuando os digo que las partidas duraban hasta dos días. Eso sí, ya en aquel tiempo estábamos hipotecados, aunque hay que decir que el banco del juego era bastante menos exigente que a los que estamos acostumbrados hoy en día.

Cambiabamos de edad pero seguíamos siendo unos niños, nuestras timbas, nuestras chorradas y cachondeo al máximo.
Quizás algún día veáis los vídeos que grabábamos, con la cámara de Canal Sur de mi tío, una de esas cámaras que te sientas en ellas y te cuelgan los pies. Echo tanto de menos aquellos ratos ...

Pero bueno, hoy día, a pesar de nuestra edad y nuestras obligaciones, seguimos reuniendonos. Haciendo el gili, pero de otra manera y, cuando pasa un tiempo que no nos vemos, alguno coge el teléfono, "Tio, ha ver si nos vemos", y hay estamos todos.
Esta fraternidad también se la hemos contagiado a nuestros hijos que son entre ellos primos y nosotros titos, para que esta singular amistad nunca se pierda.



Para Hayt, su hermano y Marsyas.




martes, 13 de abril de 2010

¡Españoles!, Franco ha vuelto.


Hace ya más de 30 años que el compadre está criando malvas y su sombra todavía oscurece nuestras vidas.
La verdad es que no dí crédito cuando vi o escuche, no me acuerdo, la noticia sobre el señor, porque para mí es un señor, D. Baltasar Garzón Real. Sí señoras y señores, el juez que se ha metido con todo lo que se menea, el que ha tenido las grandes pelotas de poner entre las cuerdas a Dictadores, terroristas, maleantes y gentes de mal vivir. Se le conocía por no dejar títere con cabeza. Pero ahora se le conoce por otros motivos. Ha tocado al que es, por desgracia, para muchos al Grande de España. Este señor actuó, principalmente, a petición de esas familias que no tienen ni pajolera ideal de donde se encuentran enterrados, por llamarlo de algún modo, a sus familiares. Personas que no pensaban igual que el Grande, que tuvieron la valentía de enfrentarse al Régimen, que gritaban a los cuatro vientos sus ideales y, como no, millares de personas que no hacían ni una cosa ni otra, lo único que hacían era pertenecer a una lista a la cual nunca pidieron su ingreso. Ahora, cuando se intenta dignificar su muerte, se les vuelve a poner en un paredón.
A fecha de hoy, cuando parecía que teníamos una Democracia consolidada, vuelve el Régimen. Hay una panda de ..., no se me ocurre ningún calificativo ahora mismo, que tienen la desfachatez de llamarse Partido Político, dicen al Sr. Garzón, y cito palabras textuales, que ha actuado con un fervoroso olvido del principio de la legalidad. Por favor, como se puede enaltecer al Grande y hablar de "legalidad". Señores, ya no somos los paletos de antes, haber si os enteráis de una vez. Pero eso no es todo, también hacen alusión a la Amnistía de 1977. Ahora sí interesa la amnistía, ¿no?, pero cuando estaba Frasquito el perdón de las penas era una bala.

Es triste que Falange Española de las Jons, partido político fundado por un ministro de Franco, tenga poder para sentar en el banquillo de los acusados, como un vulgar delincuente, al que realmente es uno de los Grandes de España de estos tiempos.

Garzón quizás haya pecado alguna vez de egocéntrico y por eso ha creado más enemigos que amigos, sobre todo en los tribunales. Quizás todo esto sea una causa abierta para encubrir una posible venganza de Luciano Varela. Pero que sepamos que muchos ciudadanos de muchos países venderían su alma al diablo por tener un magistrado con esa sangre fría y siempre en pro de los Derechos Humanos. Si miedo a nada ni nadie.

Todo esto ha recalado internacionalmente, era la guinda que le faltaba al pavo.

martes, 6 de abril de 2010

Hipocresia barata

Hace pocos días volvía con el coche de hacer unas compras con mi mujer. Paré en un semáforo y nos encontramos de frente un mastodóntico cartel publicitario, de estos que hay en las carreteras, con un niño recién nacido en la palma de una mano. La publicidad hacia referencia en contra de la ley del aborto. ¿Quien sufraga los gastos de esta publicidad?, la pobre iglesia. ¿Como pueden, en estos días que corren, GASTAR , y lo pongo en mayúsculas porque no debe ser poco, ese pastizal en tales cosas?¿No hay ya suficientes niños en el mundo con hambruna, enfermedades, sin hogar, sin familia?¿No podrían esos gastos calmar, aunque sea infimamente a esos niños, que ya están aquí?.
Es mas fácil traer a esa criatura al mundo, creada sin deseo alguno, que sufra malos tratos porque los padres son unos yonkis, que esa madre soltera, desesperada, se meta a "puta" para poder darle de comer a su hijo, que se case esa niña de catorce años y creen un infierno por familia y como estos ejemplos, por desgracia, hay trescientos mil.
Yo lo veo hipocresia barata.
¿Donde está la publicidad contra la Pederastia?. Estaría mejor acogida por todo el mundo.
La iglesia deberia plantearse bien estos temas para que a los creyentes no nos vean como a bichos raros, pero es más fácil pedir perdón con la boca chica.

domingo, 4 de abril de 2010

Granada a vista de "Capillo"

Domingo de Ramos. Las puertas de Sto. Domingo se abren.
Gente de todas las edades, aunque los pequeños siempre dominan las primeras filas, se amontonan en la plaza con el afán de ocupar un buen sitio que les permita ver la majestuosidad que se aproximará en breve. Creyentes y no creyentes, cristianos, musulmanes, agnósticos .... todo el mundo ocupa las calles de Granada.

Dos pequeños agujeros liberan mis ojos del capillo. Unos ojos anónimos, sin nombre, sin edad. Unos ojos con pensamientos, con sentimientos, con devoción, llenos de entusiasmo. Unos ojos que observan todo sin ser observados:
El niño que recoge la cera de los cirios que va uniendo, año tras año, a su bola. El que grita emocionado a sus padres que se acerca la Cruz Guía, que "ya viene la procesión". El que, sin maldad, incordia al que tiene al lado, porque está impaciente, no sabe controlar los nervios. El que llora, el que teme a esa figura sin rostro que se acerca o pasa junto a él. El que pide una y otra vez el paquete de pipas y después, sin ninguna espera, el botellín de agua. El que te mira fijamente a los ojos, dudoso de quién o qué hay debajo. El que te pide que lo toques o, simplemente, lo saludes. El sorprendido porque es su primera vez. El costalerillo con su costal, que quizás no pasa aún de los cuatro años. El rey de la Semana Santa, el aguador, el fiel seguidor del paso y sus costaleros, que sabe que llegará el día en que él estará portando ese paso.
La mujer que solloza al paso del Palio, rezándole un Ave María: "que guapa es ...". La señora mayor que, pese a su invalidez, no se pierde el paso de la Hermandad por la Plaza Fortuny.
Mi amiga Inma, fiel a su presencia anual en su balcón dando aplausos por cada levantá.
El antiguo hermano de la cofradia que hace acto de presencia, como todos los años, para ver a su hermandad.
Ese amigo que hace años que no ves y no puedes saludar.
Tus hijos, que te reconocen por el pequeño gesto que les haces y, emocionados dicen: "ese es mi papa".
El fotógrafo, que como siempre, se esfuerza para obtener la mejor imagen para el próximo concurso o, simplemente, para tener su mejor colección de fotos de Semana Santa.
El Guiri, que se queda estupefacto al paso de las Imágenes, admirando su belleza, admirando a ese Nazareno que va descalzo para cumplir su penitencia, admirados.
La pareja de quinceañeros, con sus arrumacos, pero siempre mostrando respeto.
El caradura, que llega el ultimo de rebote, y se quiere quedar hay, el primero, sin pensar en esa familia que lleva dos horas a la espera de que pase la procesión.
El saetero o la saetera de Jesús y María, rizando los pelos de todo el que lo escucha.

De nuevo se abren las puertas de Sto. Domingo al regreso de la Cruz Guia, aplausos y vítores. Veo el Altar Mayor y cierro los ojos. Se terminó la Semana Santa.