jueves, 18 de octubre de 2012

¡ Óle mi polla !



¿Qué conoce el mundo de Granada y los "granainos"...? La Alhambra, Federico García Lorca, como no, su sierra, Sierra Nevada, una magnífica Costa Tropical, con esos exclusivos frutos, nuestra "malafollá" y... nuestra polla.

Se dice, se comenta, que los "granainos" están siempre con la polla en la boca; que si mi polla esto, mi polla lo otro, ole mi polla ... Creo que todo esto es un mito, que no es para tanto. Yo, que soy muy observador y me fijo en todo, no he notado que sea tan exagerado. Lo he visto, pero pocas veces.

Personalmente a mi me gusta y quizás sea de esos poco que adoran a su polla.
No sabría que hacer sin ella. Desde que me levanto somos inseparables, es parte de mí. Cuanto más la miro más orgulloso estoy de ella. No es de las grandes pero es, como diría ... ¿superjuguetona? Le encanta que la acaricien, aunque se ponga nerviosa. Es mi amor verdadero, la que nunca me abandona, la que nunca me deja en mal lugar, cumplidora hasta la saciedad. Puede parecer que solo pienso en ella y si, es así,  no me la puedo quitar de la cabeza en ningún momento. Si estoy acompañado y no puedo sacarla, con mucho disimulo extraigo de la cartera una pequeña foto que tengo y la contemplo durante unos instantes. Si queréis verla, aunque sea muy personal, aquí os dejo una foto:














Cuando rompió el cascarón sus ojos se clavaron fijamente sobre los mios, como un amor a primera vista. En el fondo de nuestro ser sabiamos mutuamente que ibamos a ser compañeros inseparables, como un par de siameses compartiendo un sólo corazón.
No penseis que ella vive o duerme en un vil gallinero, postrada dia tras dia sobre un palo y con la mirada perdida en el limbo. Tampoco duerme en un colchón de plumas porque para ella no es muy cómodo. Pensar como dormiríais vosotros en un colchón de pelos. Le tengo preparado una cestita rellena con lana de pura oveja, Churra o Merina, según la temporada. Come el mejor maíz,  los mejores bichitos de la huerta y bebe, como no, la mejor agua embotellada, "Agua Lanjarón". La tengo como una reina, lo que es.

Lista como ella sola; atiende el teléfono, abre la puerta, me trae el periódico y mantenemos nuestras discusiones sobre fútbol de vez en cuando. Hace poco me dejó la mar de sorprendido. Estábamos "bicheando" por Youtube, comprobando los vídeos más visto del día y encontramos unos tangos flamencos de una tal Sonia Leyva. Eran preciosos y, al escucharlos, mi polla se puso a bailar como una loca, como la mejor de las gitanas. ¡ Óle mi polla ! ¡Que se note el arte!. Me salio del alma.

Quizás esté ya algo pesado. Es que cuando me pongo ha hablar de ella no sé parar y, además, tengo que marcharme. Dentro de quince minutos tengo que recoger a mi polla de sus clases de baile flamenco.






3 comentarios:

  1. Cuando sea gallina vieja hará buen caldo ;-)

    Nos vemos en el próximo viaje, como siempre :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido viajante anónimo, ¡eso nunca! Cuando mi polla se quede tiesa la guardaré en formol, para que nunca me abandone.

      Eliminar
  2. Sera que eres muy prudente pero nunca habia visto tu polla y tampoco me habias hablado de ella :D
    Como buen granaino te digo: ¡Ole tu polla!

    ResponderEliminar